Una de las estrategias más eficientes para proteger a los lactantes menores de tres meses ha sido la vacunación de la mujer embarazada a partir de la semana 27 de gestación. En España, esta medida se adoptó en 2015 y desde 2016 la vacunación se realiza en todas las comunidades autónomas. Desde entonces, se aprecia una disminución progresiva en el número de casos de tosferina y de su gravedad, fundamentalmente en lactantes de hasta seis meses.
En cuánto a la estrategia del nido (cocoon) de vacunación de los contactos domésticos del futuro recién nacido, es una medida complementaria que no ha demostrado eficiencia.