GRIPE

La vacuna tarda aproximadamente 1-2 semanas en proporcionar una protección adecuada, ya que el cuerpo necesita ese tiempo para desarrollar una respuesta inmune completa. Por eso es recomendable vacunarse antes de que empiece la temporada alta de gripe o COVID-19, para estar completamente protegido.

Las personas mayores son más vulnerables a las complicaciones graves de la gripe y el COVID-19.  Su sistema inmunológico tiende a ser más débil, y muchas veces presentan enfermedades crónicas que aumentan el riesgo de hospitalización y muerte.  La vacunación reduce significativamente estos riesgos, protegiendo tanto a los residentes como al personal que los cuida.

Las vacunas son una de las mejores herramientas para prevenir infecciones graves y complicaciones que podrían llevar a hospitalización o ingreso en UCI.  Si bien las vacunas no siempre previenen la infección, sí reducen significativamente la gravedad que pueden llegar a tener y la posibilidad de desarrollar complicaciones graves, como neumonía, infarto, ictus.  

Sí, es posible tener una coinfección con ambos virus al mismo tiempo. Esto puede hacer que los síntomas sean más graves y las complicaciones más probables. Las personas con enfermedades crónicas o de edad avanzada deben tener especial cuidado. Es importante tomar precauciones para evitar ambos virus, como vacunarse.

Cualquier contacto sanitario con pacientes, ya sea en Atención Primaria, en Urgencias, en consultas o zona de hospitalización de los hospitales, en las visitas a domicilio, es bueno para recomendar la vacunación. Es bueno que los pacientes lo escuchen desde diferentes profesionales.

Estas infecciones, al ser respiratorias, les puede desencadenar crisis asmáticas, con falta de más tratamiento inhalador, o con falta de oxígeno, por lo que a veces se deben quedar en observación o pasar a la planta de hospitalización o de UCI.  

Pueden llegar en mala situación, sobre todo cuando son muy mayores o tienen patologías crónicas. Pueden venir muy deteriorados, con descompensación de sus patologías, desorientados, con falta de oxígeno, con insuficiencia cardiaca, etc.

Sí, ambas infecciones pueden aumentar el riesgo de complicaciones cardiovasculares, como infartos de miocardio o accidentes cerebrovasculares, debido a la inflamación que causan en el cuerpo. Este riesgo es mayor en personas mayores y en personas con patologías crónicas, como diabetes, hipertensión, obesidad, etc .

Se debe acudir a urgencias si tienes dificultad para respirar, dolor o presión persistente en el pecho, confusión o dificultad para mantenerte despierto, labios o cara azulados, o si los síntomas empeoran rápidamente.  Estos signos pueden indicar complicaciones graves.

Aunque los síntomas de la gripe y el COVID-19 pueden ser muy similares (fiebre, tos, dolor de garganta, fatiga), el COVID-19 puede incluir pérdida del gusto o el olfato, algo menos frecuente en la gripe. La única forma de diferenciarlos con certeza es mediante pruebas con el moco o secreciones del paciente.