La duración esperable de la vacuna que actualmente se está empleando por el Servicio Sanitario Público Andaluz (SSPA) es de al menos 10 años, ya que en el seguimiento de los adolescentes vacunados en ensayos clínicos, se ha observado que después de 10 años de la vacunación, los títulos de anticuerpos protectores permanecían elevados de forma estable, por lo que se espera que la duración sea más prolongada.
Esto hace que los adolescentes vacunados estén protegidos durante todo el periodo de mayor riesgo.