Se recomienda la vacunación frente a la tosferina de todas las embarazadas a partir de la semana 27 de gestación, preferentemente en la semana 27 o 28.
El motivo para vacunar a partir de la semana 27 es para que la mayor producción de anticuerpos por parte de la madre se produzca lo más cerca del parto y así el bebé nazca con la mayor protección posible.
En embarazadas con alto riesgo de parto prematuro y clínicamente estables se puede valorar la vacunación a partir de la semana 20 de gestación.
Si existiera algún riesgo que indicara que el parto pudiera adelantarse, el ginecólogo podría adelantar la administración de esta vacuna según su criterio.
Fuente de información: