Se puede y se debe vacunar.
El haber pasado la enfermedad no garantiza estar protegido. De hecho, normalmente, la inmunidad que deja haber pasado la enfermedad es de baja calidad y duración reducida. En cambio, la vacuna si deja una inmunidad potente y duradera contra la enfermedad, por lo que se recomienda administrar la vacunación.
Es más, estas personas se catalogan de “mayor riesgo” personal (posiblemente por causas genéticas) para poder padecer de nuevo una enfermedad meningocócica, por lo que la Consejería de Salud y Consumo financia esta vacunación MenACWY y, también la vacunación MenB, a todas las personas con antecedente de haber pasado una enfermedad meningocócica por cualquier serogrupo (B, C, W, Y…), con las pautas recomendadas en la instrucción vigente.