Si se pueden administrar, a partir de los 3 meses de la terapia celular, siempre que haya reconstitución inmune (linfocitos CD4·>200/mm3 y linfocitos CD19 o CD20 >20/mm3).
Se recomienda además niveles IgA >6 mg/dl como evidencia de la existencia de la capacidad de cambio (switching) de las inmunoglobulinas y que no exista inmunosupresión activa.
También se requiere que los pacientes no hayan recibido inmunoglobulinas intravenosas en los 2 meses previos y que no se hayan utilizado anticuerpos anti-CD19 o anti-CD20 en los 6 meses previos.
La única excepción es la vacunación antigripal y frente al SARS-CoV-2, que deberían llevarse a cabo anualmente, independientemente de las condiciones anteriores.