Se pueden administrar a partir de los 12 meses de la terapia celular, siempre que haya reconstitución inmune (linfocitos CD4·>200/mm3 y linfocitos CD19 o CD20 >20/mm3). Algunos autores recomiendan, además niveles IgA >6 mg/dl y ausencia de inmunosupresión activa.
Se requiere que los pacientes no hayan recibido inmunoglobulinas endovenosas en los 8 meses previos, que no hayan utilizado anticuerpos anti-CD19 o anti-CD20 en los 6 meses previos y que no se haya llevado a cabo un trasplante de progenitores hematopoyéticos (TPH) en los 2 años previos.