El pasado 28 de mayo, la Agencia Europea del Medicamento (EMA), autorizó el uso de la vacuna Comirnaty, de Pfizer-BioNTech, en adolescentes de entre 12 a 15 años (ambos años inclusive).
Hasta ahora, esta vacuna contaba con la aprobación a partir de 16 años, pero tras la realización de un ensayo clínico que completaron 1.983 adolescentes de esas edades, en el que se ha observado una fantástica respuesta inmunitaria y eficacia clínica frente a COVID-19, la EMA ha dado luz verde a poder emplearla desde este momento a partir de los 12 años como las autoridades sanitarias lo vean oportuno dentro de la Estrategia de vacunación contra el virus.
Por el momento, los primeros adolescentes que se beneficiarán de esta medida, serán aquellos que presenten patologías de muy alto riesgo, incluidas en el Grupo 7 de la Estrategia, y que desde el 27 de mayo, también incluye a la fibrosis quística entre estas patologías.
En el ensayo clínico doble ciego (ninguno de los participantes sabía si había recibido vacuna o placebo) de Pfizer, ninguno de los 1.005 adolescentes que recibieron la vacuna se infectaron de COVID-19 durante el seguimiento tras la vacunación, mientras que de los 978 que recibieron placebo, se infectaron 16, lo que equivale a una efectividad del 100%. La respuesta inmunitaria en los vacunados fue similar a la que se observa en las personas de 16 a 25 años.
La vacuna demostró ser segura en adolescentes, con efectos habitualmente leves y pasajeros, similares a los más mayores.
La dosis y la pauta es la misma que la empleada en adultos.
Por otro lado, la farmacéutica norteamericana Moderna también ha comunicado los resultados preliminares del ensayo clínico TeenCOVE con su vacuna en adolescentes de 12 a 17 años, con 3700 participantes, y datos de inmunogenicidad y eficacia clínica muy similares a los observados con la vacuna de Pfizer.
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